lunes, 18 de julio de 2011

LA COSA NOSTRA


 LA CORRUPCIÓN DE ALGUNOS HIZO DE LA POLÍTICA UN NEGOCIO. ALCANZAR EL DOMINIO POLÍTICO Y MANTENERLO HA CONSISTIDO EN PERMEAR LA CORRUPCIÓN EN EL CONJUNTO DE LA SOCIEDAD VALENCIANA.

 De Zaplana a Camps, siempre con Fabra, el gobierno del PP en la Comunidad Valenciana se sostiene en una nutrida red de clientelas, donde el control de cargos políticos produce beneficios privados tanto para los que los detentan, como para sus grupos de afines, familiares, amigos y otros deudores.

El beneficio económico sin miramientos, santificado por la respetada autoridad eclesiástica y amparado en el valencianismo blabero, que presenta a la CV como "lo millor del mon", sirven, junto con el victimismo, para construir una identificación colectiva, de los líderes con su pueblo, que no permite fisuras.

El control de la televisión pública y el escaso papel de los jueces valencianos a la hora de perseguir la corrupción política, que de los ayuntamientos, a las diputaciones a alcanzando a la Generalitat, ponen en duda la salud del sistema democrático y de derecho en nuestra Comunidad.

¿ Cómo han logrado que la corrupción no pase factura electoral, se acepte como normal y pueda quedar impune?

¿ Quién se apunta a recopilar información e investigar la urdimbre de las tramas?